Estas dos chicas lesbianas eran amigas desde hacía un tiempo, pero no se lo habían confesado entre ellas; ni tampoco lo calientes que se ponían al estar juntas. Por eso, cuando quedaron para arreglarse antes de salir de marcha, el fuego entre ellas ya estaba encendido; un poco más de acercarse y rozarse mientras se maquillaban y vestían, y eso fue todo. Al momento, olvidaron sus planes para salir, porque gozar de sus cuerpos mientras estaban desnudas era mucho mejor. Así, acabaron comiéndose los coños, chupando sus tetas, y masturbando cualquier lugar erótico que tuvieran. Una vez saciadas de orgasmos y agotadas de tanto correrse, se echaron a dormir sabiendo que aquella relación lésbica no había hecho más que empezar.