Pues no se puede decir que las bragas de esta jovencita sean lo más erótico del mundo, pero bien que cumplen su función al poner a su padrastro como una moto. Aunque yo diría que en realidad la ropa interior no tiene nada que ver, más bien la forma en que ella le ha plantado el coño en la cara todo el día. Y, por supuesto, las ganas que tiene este hombre maduro de enterrar la polla en el coño peludo de su hijastras.

Y se lo demuestra claramente comiéndole el chocho y dejándolo empapado para la follada, aunque ella también se asegura de preparar el terreno, con una estupenda comida de polla.