Mucho va a tener que rezar esta mujer para que Dios le perdone lo que hizo con su marido… Si amigos, ella es religiosa a muerte y en toda religión el sexo se tiene exclusivamente para procrear, lo demás es pecado. Su marido no es tan católico y anduvo muchos años detrás de ella para tener sexo anal, pero obviamente ella le decía que estaba loco y que no le dijera esas obscenidades. Con el tiempo muchas personas entienden que solo tienen una vida y no hay que reprimirse tanto, así que después de mucho tiempo al fin esta ama de casa accedió a probar «por el otro agujero». Dicho en 3 palabras: flipó en colores…