A esta chica se le ocurrió venirse sola a la ciudad para estudiar una carrera, sin esperar la ayuda de sus padres que en esos momentos no tenían demasiado dinero. Al principio se apañó con las becas, pero llegó un momento en que la pasta se le acabó; entonces buscó trabajo, pero no había manera de encontrar ninguno; y se le ocurrió apuntarse a un servicio de escorts. Desde entonces, folla por dinero, y lo único bueno es que puede elegir a sus propios clientes; ella se ha especializado en chicos jóvenes, por supuesto, porque es una veinteañera que no quiere terminar follando con viejos.