A esta tía le pareció muy moderno eso de llevarse a su futuro esposo a elegir traje de novia; pero más allá de toda la leyenda negra sobre el tema, la cosa resultó un desastre, porque no dejaban de discutir. Y es que el próximo desposado se aburría mucho, ya que no entendía qué hacía en ese taller de costura; y de hecho, pensaba tener a su mujer todo el día desnuda, porque no iba a dejar de follarla. Al final, la cosa se resolvió como todo entre esta pareja: con sexo salvaje. Al día siguiente, en plena ceremonia, ella recordaba cómo la folló contra el sillón del ateliere; le provocó un orgasmo, pero se llevó el primer vestido que le quedó.