En estos tiempos las agentes inmobiliarias tienen que trabajar a tope, e inventar mil y una maneras de conseguir que se acepten los alquileres. Pero esta guapa mujer sabe que tiene un plus con su aspecto; y por si fuera poco, es una zorra de primera y piensa usarlo en su beneficio. Cuando el aspirante a inquilino quería una rebaja del precio, ella supo mantenerlo, y a cambio le ofreció su coño caliente; nada más verla en bragas su polla se le puso dura, y eso que todavía no imaginaba el pedazo de polvo que se iba a llevar. Como resultado, el precio se mantuvo, y la tia buena se tragó una buena lechada de semen.