Como estaban en temporada baja, realmente no había muchas visitas a este motel de playa en pleno Río de Janeiro. Es por eso que el recepcionista estaban echando la siesta en el sofá de recepción; y despertó de su sueño para encontrarse con una fantasía hecha realidad. Allí había una mexicana que estaba de intercambio estudiantil; y lo despertó con la vista de sus estupendas tetas tamaño XXL. A partir de entonces, no pudo evitar seguirla por todo el motel, incluso espiarla con sus cámaras de seguridad. Cuando la vio desnudarse y hacerse fotos guarras, ya no pudo aguantarse más. La abordó en la habitación y le agarró sus tetazas; después se la folló en diferentes partes del motel.